Jueves, 06 Septiembre 2018 17:21

La disciplina positiva en la infancia

La disciplina positiva es una metodología desarrollada por Jane Nelsen en base a la filosofía de Alfred Adler y Rudolf Dreikurs que busca enseñar a las personas:

A ser responsables.

A ser respetuosas.

A desempeñarse efectivamente en su comunidad.

Todos los autores que escriben sobre disciplina positiva, establecen cinco criterios básicos para aplicarla:

Crear un sentido de conexión y pertenencia:

Todos los padres debemos tener en consideración que para lograr un sentido de conexión y pertenencia debemos transmitir mensajes de amor y respeto hacia nuestros hijos, aprovechando los errores que cometen como oportunidades de aprendizaje y no una forma de recriminar o tacharlos.

Debemos hacer que exploren su entorno, animándolos a tomar decisiones y a enfrentar las consecuencias de sus actos a través de preguntas y enfocándose en alternativas de solución.

b. Ser firme y amable al momento de establecer las normas:

Los padres debemos establecer normas y límites claros, donde las reglas estén establecidas y los hijos sepan cómo deben actuar. Debemos ser coherentes y consistentes al momento de establecer una norma, es decir, siempre debemos actuar de la misma manera en las mismas circunstancias y todos debemos actuar de forma semejante.

Debemos involucrar a nuestros hijos en el establecimiento de las normas, de tal manera que al establecer las consecuencias, estás resulten naturales frente a sus actos.

c. Enseñar habilidades sociales que le permitan desarrollarse a lo largo de su vida.

Es importante enseñar habilidades interpersonales, es decir para relacionarse con los demás como la cooperación, empatía y comunicación asertiva. Asimismo, debemos enseñarles habilidades intrapersonales como la autodisciplina, autocontrol y autoevaluación.

d. Ser efectiva a largo plazo

Resulta fundamental que, al momento de establecer una norma, logremos identificar las creencias que tiene nuestro hijo y que motiva la conducta, teniendo en cuenta lo que el niño piensa y siente para que esta resulte efectiva y el niño la cumpla a largo plazo.

También debemos asegurarnos de dar explicaciones razonables pero breves, tratando de entender sus razones sin intentar cambiarlas, pero planteándole claramente la finalidad de la norma.

e. Enseñar a ser constructivos y capaces de obtener logros

Los padres debemos enseñar a nuestros hijos a obtener logros, la mejor manera es elogiando su esfuerzo y no solo los resultados, si reforzamos las diferentes etapas del proceso donde se adquieren pequeños logros, nuestro hijo aprenderá que no solo es importante el resultado, sino todo el camino que se sigue para lograrlo. También debemos motivarlo dándole pequeñas recompensas sociales, hay que evitar los premios materiales.

Desde un inicio debemos enseñarles a establecer propósitos y metas que puedan cumplir, que sean realistas a sus capacidades y debemos confiar en que con esfuerzo y dedicación lograrán cumplirlas.

En este camino, debemos apoyarlos, ayudándolos a expresar sus emociones positivas o negativas de acuerdo a los logros que van obteniendo.

¿Qué podemos hacer para desarrollar la Disciplina Positiva?

1. Demuestre que comprende y acepta la razón por la que comete la falta y diga … PERO… Por ejemplo: sé que quieres ese juguete…pero…tu hermano está jugando con él.
2. Ofrezca una solución al conflicto. Por ejemplo: cuando termine tu hermano tú podrás coger ese juguete.
3. Dígale algo que demuestre que confía en sus habilidades. Por ejemplo: ahora te estoy enseñando, la próxima vez lo harás tú solo.
4. Después de establecer firmemente lo que se puede hacer, dele un modelo. Por ejemplo: los juguetes no se tiran, vamos a recogerlos. Y ayúdelo a hacerlo.
5. Cambiar de situación a una similar pero alternativa. Por ejemplo: José tiene ese camión, toma tú este avión.
6. Evite las acusaciones. Por ejemplo: ¿cuéntame qué cosa ocurrió? En vez de decir ¿por qué lo rompiste?
7. Cuando diga ¡NO! Ofrezca alternativas. Por ejemplo: ¡no José!, ¡no puedes morder a tu amigo!, en vez de eso es mejor decir, “puedes morder una galleta” o “este juguete de goma”.
8. Ayúdelo a expresar sus sentimientos. Por ejemplo: ahora estás cansado y por eso estás enojado.
9. Ponga límites firmes y claros con voz amable y sencilla. Por ejemplo: los muebles se ensucian por eso es mejor no jugar en la sala sino en el patio.

Para desarrollar la disciplina positiva es necesario:

1. Pasar tiempo libre con nuestros hijos.
2. Compartir juegos y actividades que sean significativas.
3. Escucharlos y contestarles cuando nos hablan.
4. Felicitarlos por sus esfuerzos.
5. Sonreírles, tocarlos, abrazarlos, acariciarlos, etc.

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Lic. Rosa Taramona Aparcana

Psicóloga. Mag. En Psicología Educacional y de Familia.
Diplomado en Neuropedagogía y Habilidades Cognitivas y Emocionales.
                   Especialista en Estimulación Temprana.
                   Directora del Centro Déjalo Ser.

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