Desde los primeros días de nacido, el niño se pone en contacto con el mundo a través de sus manos. Al momento de nacer el niño aprieta fuertemente el pulgar del adulto, esto se denomina reflejo palmar o grasping, es un movimiento reflejo, es decir, involuntario.
A partir de este reflejo, va a desarrollarse y evolucionar la mano, logrando varios grados de maduración que le van a permitir ir cogiendo los objetos gradualmente en forma voluntaria.
Desarrollo de la coordinación fina
DE 0 A 3 MESES
Predomina el reflejo de prensión palmar, el recién nacido muestra la mano en puño y al colocarle un objeto en la palma de la mano lo cogerá fuertemente.
Aproximadamente a los dos meses, el bebé ya es capaz de observar sus manos, jugar con ellas mientras las mueve y chuparlas; además logra mover un objeto que tiene en la mano.
DE 4 A 6 MESES
En esta etapa se pierde el reflejo palmar y esto permite al niño tener la mano abierta y coger voluntariamente los objetos. Ya está en condiciones de coger una sonaja con toda la mano y hacerla sonar si la dejamos a su alcance.
Posteriormente dirigirá sus manos al objeto para cogerlo, arrastrando la mano en forma de rastrillo, en este momento podemos observar que el bebé explora una mano con la otra y se toca la cara, se mete objetos a la boca y los coge y suelta voluntariamente.
El bebé de cinco meses es capaz de agarrar sus pies con las manos y de arrugar trozos de papel que dejan a su alcance.
DE 7 A 9 MESES
Al séptimo mes el bebé puede pasar objetos de una mano a otra y logra coger objetos pequeños utilizando pinza trípode (dedo medio, índice y pulgar).
Sus juegos más entretenidos consisten en meter y sacar pequeñas piezas de un recipiente, en voltear los recipientes y golpearlos con diferentes objetos.
Para los nueve meses el bebé es capaz de aplaudir y de hurgar con su dedo índice en orificios pequeños, logrando mantener un objeto en cada mano.
DE 10 A 12 MESES
A los diez meses el niño es capaz de hacer pinza superior (coger objetos utilizando el índice y el pulgar), que le permite recoger objetos pequeños como botones, palitos de fósforo, etc.
Esta nueva habilidad manual lograda, le permite meter bolitas en una botella, presionar botones con el dedo índice.
El bebé llega a los doce meses haciendo pinza fina, es decir, realizar el movimiento de los dedos índice y pulgar para permitirle recoger una grapa del suelo
DE 13 A 15 MESES
A partir del año se Inicia la independización de la muñeca, el niño logra hacer garabatos con un instrumento (crayola o plumón), puede pintar con témpera usando solo el dedo índice igual que para presionar botones o meter el dedo en orificios pequeños.
El proceso de control de su mano le permite hojear libros y revistas, armar rompecabezas de alto relieve.
DE 16 A 18 MESES
A esta edad tiene un mejor control de sus manos, puede desenroscar tapas de una vuelta, meter monedas en una alcancía, logra sacar y meter vasos estando uno dentro de otro utilizando pinza fina.
Ha independizado por completo el dedo índice y puede pintar con témpera usando ese dedo sin dificultad.
DE 19 A 24 MESES
La evolución de su psicomotricidad fina le permite encajar figuras de diferentes tamaños y formas en diferentes orificios. De igual forma arma rompecabezas de alto relieve solo y comienza a armar rompecabezas integrados. Puede pasar cuentas grandes por un pasador y si le damos una crayola es capaz de garabatear toda la hoja.
Actividades de estimulación de la coordinación fina
DE 0 A 6 MESES
- Durante los primeros tres meses mientras presente reflejo palmar, pasarle un cepillo blando de la punta de los dedos hacia el dorso de la mano, estimulando a que la abra.
- Pasar telitas de diferentes texturas en el dorso de la mano.
- Darle objetos (sonajas) de poco peso para que los sostenga.
- Ponerle móviles a su alcance para que intente sujetarlos.
- A partir del tercer mes, darle juguetes de diferentes texturas, sonidos, formas y tamaños
- para que los manipule.
- Permitir que explore sus manos y pies con la vista y la boca.
- Permitir que chupe los objetos que tiene en la mano.
De 7 a 12 meses
- Proporcionar tableros de actividades para presionar, golpear, jalar, entre otros.
- Motivar que utilice su dedo índice en forma independiente para hurgar, hacer huequitos.
- Dar objetos pequeños para que pueda sujetarlos con el índice y el pulgar.
- Dar revistas para rasgar y arrugar.
- Hacer que sujete su cuchara para comer aunque derrame.
De 13 a 24 meses
- Dar témpera para pintar con el dedo índice.
- Dar plumones y crayolas gruesas para garabatear libremente.
- Tener su pizarra para que realice trazos.
- Dar libros de hojas gruesas para hojear.
- Armar rompecabezas de alto relieve, una vez que lo logre podemos dar rompecabezas integrados y planos.
- Realizar juegos apilables, de encaje que desarrolle la coordinación de ambas manos.
- Pasar cuentas grandes por un pasador grueso. A partir de los 18 meses podemos dar cuentas pequeñas en pasadores más delgados.
- Permitir que vierta un líquido de un vaso a otro.
- Ir a la playa y jugar con la arena haciendo tortitas.
- Dar plastilina para amasar.
SIGNOS DE ALARMA
Es importante seguir el proceso madurativo de la motricidad manual al igual que la del resto del cuerpo, por eso debemos observar algunos indicadores de alarma que nos pueden decir que nuestro niño se está retrasando en su desarrollo:
Seis meses:
- Si persiste reflejo palmar.
- Si no coge objetos en forma voluntaria.
- Si persiste rigidez en los brazos y manos.
Nueve meses:
- Si no presenta movimiento de pinza manipulativa.
Doce meses:
- Si no logra soltar los objetos voluntariamente.
Dieciocho meses:
- Si no inspecciona ni investiga los objetos que lo rodean.
- Si no logra mover los objetos y cambiarlos de lugar.
Veinticuatro meses:
- Si no construye torres de tres a seis cubos.