Lo primero que debemos tener claro, es que, salvo limitación física, no existe ningún impedimento para gatear. Lo que ocurre es que con frecuencia los padres minimizan la importancia del gateo y dan énfasis en que sus hijos caminen, sin tener en cuenta que gatear es un pre requisito necesario para caminar. Muchos niños con frecuencia no se arrastran ni gatean lo suficiente, debido a que generalmente, los tienen cargados, sentados en el cochecito o en el corral.
Gatear durante el primer año de vida es básico para desarrollar correctamente el cerebro. El gateo estimula muchas área motrices, sensoriales, lingüísticas y emocionales, promoviendo el desarrollo de la visión, el habla, el equilibrio, la orientación, el conocimiento del propio cuerpo, la coordinación del movimiento, el desplazamiento, la coordinación de las manos, el coger objetos, la discriminación espacial de los sonidos, la independencia, la toma de decisiones y finalmente el desarrollo de la escritura. Todo esto y con un solo ejercicio: GATEAR. Esta actividad, también integra los diferentes subsistemas del movimiento que servirán de base para lograr otros movimientos más complejos como caminar, correr, jugar fútbol, tenis, etc. Por tanto, si el gateo se desarrolla correctamente favorecerá las conexiones futuras de todo tipo entre los dos hemisferios cerebrales. De estas conexiones depende el correcto desarrollo de funciones cognitivas superiores y de movimientos más complejos.
Dentro de los estudios realizados existen aspectos positivos muy destacables en diferentes áreas por los cuales resulta indispensable que un bebé gatee:
Desarrollo Neuro-motor:
1. Conecta los hemisferios cerebrales y crea rutas de información.
El gateo crea conexiones neurológicas entre los dos hemisferios que son cruciales para la maduración de las diferentes funciones cognitivas superiores (atención, concentración, percepción, memoria, pensamiento, lenguaje, entre otros) y genera rutas neurológicas que serán utilizadas posteriormente en otras actividades.
2. Desarrollo del patrón cruzado.
El patrón cruzado es la función neurológica que permite que los seres humanos sincronicemos el movimiento del cuerpo del brazo derecho con el pie izquierdo y del brazo izquierdo con el pie derecho. Dicho movimiento posiciona correctamente la columna y tonifica adecuadamente los músculos que más adelante permitirán que el niño se mantenga en posición erecta y le permita desarrollar movimientos más complejos como caminar, correr, saltar, entre otros.
3. Desarrolla la oposición cortical del pulgar y la prensión fina.
Durante el gateo, el niño dirige la mirada hacia la mano que moviliza, permitiéndole sentir las texturas de la palma de la mano que está viendo. Este movimiento desarrolla la oposición del dedo pulgar (la corteza del cerebro toma conciencia que el dedo gordo de la mano se opone a los otros cuatro dedos). El desarrollo de esta función permite asir los objetos y es esencial para el proceso de escritura.
4. Ayuda a establecer la futura lateralización.
Después de logrado el gateo comienzan los primeros procesos neurológicos de lateralización, convirtiéndose un hemisferio en dominante y el otro en apoyo. Al conectarse los doshemisferios a través del gateo, se facilita acceder más rápidamente a funciones más complejas que requieren de ambos hemisferios. Por ejemplo, un niño pequeño que va a coger una pelota estira las dos manos a la vez porque la orden llega simultáneamente a los dos hemisferios. Un niño con un nivel de organización mayor coge la pelota que le mandan con una mano o con otra dependiendo de si está a un lado o del otro, y si está en un nivel superior de organización, coge con la derecha o con la izquierda dependiendo si su dominancia es diestra o zurda.
Desarrollo Sensorial
5. Desarrolla el sistema vestibular y el sistema propioceptivo.
Estos sistemas permiten integrar la información interna de nuestro cuerpo para saber dónde se encuentra cada uno de nuestros segmentos corporales. El sistema vestibular nos da información sobre nuestro equilibrio y posición. El sistema propioceptivo, se encarga de saber dónde están todos y cada uno de los puntos de nuestro cuerpo. Durante el gateo, se envía gran cantidad de información corporal permitiendo que los niños desarrollen el equilibrio y la orientación espacial. Por ejemplo, cuando el bebé gatea aprende a calcular las distancias para no chocarse con los objetos o los muebles, haciendo que su cuerpo se mueva de tal forma que se ajuste a los requerimientos del espacio.
6. Organiza la información espacial para adaptarse al medio
La distancia que hay entre los ojos y la palma de la mano al gatear es una medida fundamental (la braza), pues con ella, el niño mide constantemente el mundo circundante, experimenta la distancia (cerca-lejos), recoge información espacial ordenada que le permite desplazarse con seguridad y soluciona conflictos espaciales que le permitirán librar obstáculo o pasar sobre ellos.
7. Recopila información táctil que utiliza para su orientación corporal
Durante el gateo, la palma de la mano envía información sobre las texturas, el movimiento, la temperatura y diferentes características del ambiente. Adicionalmente, al gatear el niño apoya su peso en las palmas de las manos y soporta esa tensión en las articulaciones de las muñecas, de los hombros, de la columna vertebral, de los fémures y de las caderas, percibiendo la oposición de la gravedad y orientación de su cuerpo.
8. Desarrolla la convergencia visual y posibilita el enfoque de los ojos.
Al momento de gatear y fijarse donde ubica sus brazos y piernas, el niño converge los dos ojos en un mismo punto a corta distancia. Cuando mira a dónde se dirige (3 metros aproximadamente) convergen los ojos en un punto lejano. Este es un estupendo ejercicio muscular para los ojos que facilita la acomodación visual y el enfoque de los ojos.
Desarrollo de Funciones Cognitivas
9. Ayuda a la adquisición de la lectura - escritura.
El gateo va desarrollando la coordinación cerebral ojo-mano. Cuando el niño gatea se establece entre ambos una distancia similar, a la que más adelante habrá entre el ojo y la mano, a la hora de leer y escribir, lo que facilita su adquisición posteriormente.
10. Favorece la adquisición del Lenguaje
El gateo fomenta el desplazamiento y exploración del medio circundante, permitiendo al niño una gran gama de experiencias sensoriales que al darles un nombre hace que se incremente su nivel de vocabulario comprensivo y posteriormente expresivo.
Desarrollo Socio Emocional
11. Estimula la Independencia y la toma de decisiones
El niño que gatea desarrolla la capacidad de desplazarse de un lugar a otro e incrementa sus experiencias. Lo fundamental de esta etapa, es que el niño logre desplazarse sintiendo interés y curiosidad por explorar su entorno. Este desplazamiento propicia un alejamiento de la figura de referencia para inspeccionar nuevos ambientes y situaciones, tomando decisiones que lo van alejando poco a poco de la madre.