Lunes, 18 Junio 2018 16:46

Ansiedad de separación

El bebé, al nacer, no percibe que las personas a cargo de su cuidado son seres separados. Alrededor de los 6 a 8 meses de edad, recién comienzan a comprender esto; cerca de los 9 meses puede generar una imagen mental de los padres cuando él no está presente y darse cuenta que los padres se han ido, pero no tiene forma de entender si ellos volverán o cuándo lo harán. Esta experiencia ocasiona ansiedad en el bebé. Esto puede ocurrir aún, cuando los padres ponen al bebé a dormir en su cuna en la noche y ellos están en la habitación de al lado. Éste es el comienzo del periodo de desarrollo del bebé marcado por la “ansiedad por separación”.

A esta edad, la negativa a separarse de su madre o padre, significa que ha desarrollado un vínculo afectivo con esa persona y está empezando a entender que cada objeto o persona del ambiente es diferente a él. No obstante, aún no comprende lo que es el tiempo, de modo que no saben con seguridad si su madre o padre va a volver, o cuándo volverá, o si ha desaparecido para siempre. El bebé reconoce a sus padres como las personas familiares con quienes se siente seguro. Cuando se separa de sus padres, sobre todo lejos de casa, se siente inseguro y amenazado.

Esta etapa se caracteriza porque el bebé comienza a protestar cuando se le separa de los padres. Spitz revela que tres son las principales respuestas dependiendo del tiempo que pasen separados: Desesperación con una duración inferior a 15 días, por ejemplo, por ser hospitalizado. Es una reacción de inconformismo y protesta por la separación que se puede manifestar con trastornos de la alimentación y en la relación con los demás como llanto y rechazo a caricias y juguetes.  Ambivalencia cuando la separación supera el mes, que supone la progresiva aceptación de los ofrecimientos de los adultos de su entorno. Cuando reaparece la figura de apego (los padres) se muestran esquivos y distantes durante pocas horas. Desapego se produce si la separación se alarga durante meses o años, ya que se rompe el vínculo afectivo y puede establecer relaciones de apego con otros adultos.

La ansiedad de separación es una fase normal del desarrollo humano. Ayuda al bebé a aprender cómo manejar su ambiente y sirve para mantenerlo seguro. Puede convertirse en un trastorno emocional cuando los síntomas causan gran malestar y afectan la vida social u otras áreas, y durar, al menos, un mes.  En este caso, recibe el nombre de trastorno de ansiedad de separación.

Consejos para fomentar una saludable separación

  1. Realizar juegos de separarse y regresar: esconderse y reaparecer para hacer reír al bebé y preguntarle “¿dónde está…?”
  2. Desarrollar un "adiós", agitando la mano o un beso de despedida al marcharnos de su lado.
  3. Cuando el bebé esté lejos de casa, deje que lleve un objeto familiar.
  4. Si el bebé ve que usted puede mantener la calma durante la separación, él tiene más probabilidades de mantener la calma también.

 

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Rosa Serrano Rosales

Psicóloga
Psicoterapeuta Racional Emotiva
          Psicoterapeuta de Familia y Pareja
          Consultorio Psicológico Déjalo Ser – San Borja

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