Martes, 04 Junio 2019 11:42

Los cuentos en el desarrollo de la primera infancia

La rutina de leer cuentos o narrar historia a través de imágenes a nuestros hijos, haciendo mímicas, gestos y voces diferentes, es un hábito que debemos cultivar desde que nacen, debido a que aportan a muchos procesos de desarrollo como: la adquisición del lenguaje, la confianza en sus propios recursos, la seguridad, curiosidad, fantasía e imaginación.

Los cuentos son importantes por muchas razones:

A nivel emocional:

  • Permite una comunicación afectiva entre el niño y sus padres, el niño se siente feliz porque le dedican un tiempo especial solo para él, para atenderlo y mimarlo, pudiendo ganarnos su confianza. El momento del cuento es un espacio donde no hay órdenes, consejos o cuidados maternales, donde el padre comparte su tiempo, su voz y sus pensamientos, donde el cuento se convierte en un puente de comunicación entre el padre y el hijo, donde el padre penetra en el mundo personal de su hijo.
  • Ayuda a enfrentar los temores del niño porque puede identificarse con las emociones de los protagonistas y resolver sus conflictos a través de la trama del cuento.
  • Amplía su sensibilidad, al permitirle experimentar emociones muy variadas a través del relato.
  • Ayuda a relajarlos cuando están muy inquietos y/o ansiosos, hace que se focalicen en el relato y permanezcan atentos y quietos.
  • Ayuda a conciliar el sueño a la hora de dormir y los prepara para que descansen como es debido.

A nivel cognitivo

  • Estimula la fantasía y la imaginación brindando un abanico de posibilidades que aumenta su experiencia.
  • Aprende a escuchar y desarrolla la atención, estimulando sus capacidades de percepción visual y auditiva.
  • Estimula la memoria, ya que el niño intentará reproducir el cuento e interpretarlo según sus experiencias.
  • Desarrolla el pensamiento, ejercita la reflexión infantil y estimula la comprensión, ya que en los cuentos siempre encontraremos un mensaje que los lleve a comprender la forma en que deben actuar y comportarse.
  • Favorece el conocimiento espacio-temporal, dónde sucede, en qué lugar sucede, qué sucede antes, qué sucede después, etc.

A nivel de aprendizaje:

  • Acerca al niño a la lectura, un niño que desde pequeño escuchó cuentos y relatos orales tendrá mayor interés por descifrar lo que dicen los libros.
  • Estimula el desarrollo de su lenguaje oral, estimulando su vocabulario visual y verbal y lo estimulará a leer.
  • Aprende a leer las imágenes de un cuento, expresando lo que ve, interpretando los distintos elementos de las imágenes, haciendo hipótesis de lo que puede suceder después y encuentra en ellos la solución a sus conflictos.
  • Escuchar, mirar y leer cuentos acercará al niño al lenguaje escrito, fomentando la lectura y el amor por los libros y lo estimularán a conocer más historias.
  • Pueden aprender una gran variedad de temas sobre historia, la vida humana y animal; letras, colores, números, palabras en otro idioma, etc. sin que le resulte aburrido.

Consideraciones generales al momento de contar cuentos:

  1. El contar cuentos debe entenderse como el relato oral de imágenes visuales que puede iniciarse desde muy temprana edad, desde la gestación, a partir del 5to mes de embarazo, el padre y la madre pueden contar historias al feto a una hora determinada.
  2. Durante los primeros seis meses podemos comenzar con libros de figuras en blanco y negro, haciendo una descripción de la figura que muestra, es importante relacionar la imagen con sonidos y texturas. Por ejemplo, si le estamos enseñando la imagen de un perro, decir, es un perro, el perro ladra y le ponemos el sonido del perro; tiene pelo suave y podemos darle un peluche de perro.
  3. A partir del sexto mes podemos comenzar con los cuentos ilustrados, deben ser de colores llamativos, ayudan si tienen sonidos y texturas incorporados, ahora hay cuentos de todos los materiales (tela, cartón plastificado, de goma eva, etc.). Debemos buscar que exista solo una figura y no una maraña de dibujos que confundan al niño y no le permitan focalizar su atención en la figura y el relato. Al momento de relatar debemos hacerlo con oraciones simples, claras y que relaten algo que el niño ve directamente. Por ejemplo, hay un perrito, entonces diremos “el perrito está comiendo su comida” y le mostraremos la figura del libro.
  4. Para los niños pequeños la temática debe estar en relación a situaciones cotidianas, que ellos conozcan y puedan comparar con su vida diaria, por ejemplo, los animales domésticos, el hogar, la familia, entre otros.
  5. No existe un momento indicado o propicio para leer o contar un cuento, el padre debe generar un espacio para compartir con sus hijos, que sea continuo y que el niño lo espere, que sepa que es la hora del cuento, donde se generan todas las condiciones para que el niño y el padre compartan un espacio.
  6. Es importante que sea un espacio tranquilo, de relax que podría ser antes de dormir.
  7. A partir de los dos años podemos elegir cuentos que nos relaten historias sencillas y claras, podemos contarle la historia como aparece en el libro, es importante que no sea muy larga y que no tenga muchos personajes. A partir de esta edad se inicia el lenguaje simbólico y podemos incluir historias fantasiosas sobre juegos de roles diarios como el panadero, la profesora, el doctor, etc.
  8. Dependiendo del nivel de concentración del niño, el tiempo del cuento debe variar. Los bebés tienen corto tiempo de atención y los padres deben entenderlo, en un bebé menor de dos años los cuentos tienen que ser rápidos, relacionados con lo que ven en el cuento y con su experiencia propia. Por ejemplo: Tenemos el cuento de “La Tortuga que va a la playa”
    • Si el niño tiene seis meses: mostrar la figura y decir “Esta es una tortuga y saca su sombrilla para ir a la playa”.
    • Entre el año y los dos años, ya podemos decir “Esta es una tortuga, está muy contenta porque se va de paseo, se va a la playa con su sombrilla”.
    • A los tres años ya podemos detallar más elementos de la figura o leer lo que dice el cuento propiamente dicho.
  9. Los padres tienen que entender que los niños pequeños quieren ver las figuras rápidamente y lo que tenemos que hacer es relatarles algo de acuerdo a lo que van viendo. Conforme los niños se acostumbran a que les cuenten historias, se harán más tolerantes, mejorarán su nivel de atención y poco a poco pedirán historias más fantasiosas y más elaboradas, desarrollando luego ellos su propia línea de acción durante la historia.
  10. 10. Al elegir un cuento debemos pensar en las características de nuestro hijo y lo que realmente les gusta.
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Lic. Rosa Taramona Aparcana

Psicóloga. Mag. En Psicología Educacional y de Familia.
Diplomado en Neuropedagogía y Habilidades Cognitivas y Emocionales.
                   Especialista en Estimulación Temprana.
                   Directora del Centro Déjalo Ser.

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