Siempre deben recordar que la crianza positiva es un estilo de vida, con creencias que implican el respeto por la familia y el olvido de la disciplina negativa.
La crianza positiva ayuda a los hijos a sentirse personas importantes y valiosas, generando que se conviertan en seres felices, maduros, respetuosos, con habilidades y capacidades para resolver conflictos, seres humanos colaboradores y responsables.
Criterios que deben tener para establecer la crianza positiva con los hijos:
- No compararlos con otros niños.
- Cuidarlos con amor.
- Establecer normas en el hogar.
- Hablarles de forma positiva.
- Evitar sobreprotegerlos.
- Mostrarles ejemplos.
- Establecer diálogos.
- Guiarlos para que aprenda a tomar decisiones.
¿Qué hacer?
- Ser un buen ejemplo para los hijos: todos los niños necesitan ser testigos del comportamiento de sus padres, que sean amables, respetuosos y cariñosos; esto les permitirá adquirir conductas adecuadas.
- Entender las características individuales de su hijo: cada niño es diferente, tiene características personales y es necesario que los padres los observan, debido a que tienen que comportarse diferente si uno de los hijos es muy activo y conversador, y el otro es más tranquilo y reservado.
- Pensar en las necesidades individuales detrás de su comportamiento: Si el niño está muy activo, saltando y tirándose al suelo, puede pensar que necesita energía física más intensa, quiere llamar la atención o está aburrido. Las actividades que establezca deberán estar de acuerdo a lo observado, si su niño necesita gran intensidad física, llévelo al parque, a correr o montar su triciclo; si quiere llamar su atención, pregúntele qué desea hacer con él, tal vez pintar o dibujar y si está aburrido, busque algo que lo entretenga, cuéntele un cuento o pónganse a bailar.
- Ayudar a expresar sus sentimientos. Es necesario que los niños aprendan a manifestar sus sentimientos, a decir si están molestos o fastidiados, si están contentos o si se encuentran tristes. A partir de ahí, establezcan qué pueden hacer y eso facilitará su nivel de comunicación de emociones.
- Comprender el comportamiento en vez de juzgarlo, es importante que los padres se den cuenta ¿por qué y para qué reaccionan así? Es necesario preguntar lo ocurrido para entender y comprender su comportamiento. Recuerde hacerlo de manera positiva y afectiva.
- Comunicarse con los hijos: deben hablar con ellos para saber lo que sienten, piensan, experimentan y así identificar sus reacciones sin juzgarlos para finalmente tomar decisiones sobre sus resultados.
- Ser empáticos, permite entender sus pensamientos y emociones y ponerse en su situación.
- Reconducir el comportamiento inadecuado con respeto, utilizando un tono firme pero afectuoso, sin gritar, ni pegar, explicando que su conducta es inadecuada y estableciendo claramente lo que se espera que se realice.
- Colaborar mutuamente, permite que los hijos aprendan que pueden expresar sus ideas y opiniones.
- Manifestar tareas y responsabilidades de acuerdo a su edad, para desarrollar sus competencias básicas.
- Establecer acuerdos que generen disposición en los hijos para cumplir las reglas establecidas, dándoles la posibilidad de manifestar sus opiniones y negociar en el proceso, lo cual enseña a tomar decisiones futuras.